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Louis Vuitton debuta en la alta joyería con L’Ame du Voyage, una colección creada por Lorenz Bäumer.
Bäumer, que tiene su propia firma y espacio en la Place Vendôme de París, ha sido nombrado director creativo de la línea de joyería de la maison.
En L’Ame du Voyage, ha dado cuerpo, con piedras preciosas y oro fino, “a las sensaciones, los recuerdos recogidos aquí y allá durante mis viajes, mis paseos y mis fantasías. Este arco iris de imágenes de mil colores es mi fiel compañero de camino, el diario de a bordo de un viajero que no deja de maravillarse”.
Inspirándose en las flores Monogram, símbolos de Louis Vuitton, ha desarrollado las tallas Louis Vuitton Flower y Louis Vuitton Star. Diamantes cortados a mano, con extremos redondeados o puntiagudos, respectivamente, y un brillo extraordinario. Y es que las flores Monogram de Louis Vuitton tienen entre 61 y 77 facetas, frente a las 58 de un brillante estándar. Junto a ellos, zafiros rosas, azules y naranjas, tsavoritas verdes, aguamarinas, espinelas, espesartitas…
“Uno de los temas magnifica el movimiento, celebra los vértigos y torbellinos de un baile suntuoso. ¿Es acaso un tango endiablado? ¿Una ola que avanza infinitamente? ¿La belleza cautivadora de un tornado? ¿O un grato recuerdo de una montaña de nata montada?”.
Son piezas con curvas, rizos… y encaje de oro. Esculpido manualmente, interpreta, a través del prisma del orfebre, la extrema sensibilidad del tejido. Formada a partir de un ramo de flores Monogram caladas, la red dorada juega con las transparencias. Y como la lencería más fina, irradia sensualidad.
“Uno de mis collares refleja al mismo tiempo la perfección del círculo, la meticulosa complejidad de los engranajes de un reloj y la riqueza de un ornamento tribal; un diseño en el que la asimetría deriva en armonía y el vacío en ligereza”.
A la venta en tiendas Louis Vuitton (Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia y Puerto Banús).